martes, 22 de junio de 2010

Comunicado del P.A. sobre terrorismo de Estado

Sobre el Terrorismo de Estado P.A.

”Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerrilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerla perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido."

Rodolfo Walsh, Carta Abierta a la Junta Militar Argentina, marzo de 1977


Esta democracia reconquistada hace 25 años, que madura despaciosamente en el fortalecimiento de sus instituciones con acertada conducción del Proyecto Nacional que nos permite alimentar esperanzas y emprendimientos de renovados desafíos en el marco de una naciente conciencia de Nación latinoamericamente hermanada, y precisamente este afianzamiento del sistema democrático es el que nos permite profundizar en el juzgamiento de los autores de crímenes de lesa humanidad , cometidos desde fines de 1974 y hasta fines de 1983, en la comprensión permanente y muchas veces inabarcable de los alcances de la aplicación del Terrorismo de Estado en nuestro pueblo.
Durante este tiempo democrático,junto a diversas organizaciones sociales se ha apelado a recuperar las denuncias efectuadas por las víctimas sobrevivientes del terrorismo, a los relatos sociales de la vida cotidiana durante esa etapa del Estado terrorista, a las investigaciones profesionales sobre los efectos psicosociales de la represión,y hemos rechazado todo intento de imponer las políticas de olvido, a las memorias colectivas, al intercambio experiencial con situaciones similares en diferentes contextos; es decir avanzamos para aproximarnos a la verdad en esa búsqueda por encontrar los fundamentos que expliquen la perversidad de ese terrorismo de Estado que privó de la vida, de la libertad, de la tranquilidad, de la dignidad y del derecho de legítima defensa a tantos compatriotas en esos negros años de la dictadura. Y al focalizar en esta área de victimización popular que soportara nuestra sociedad, debemos referirnos a la estructuración del sistema de la delación, por ejemplo a los distintos tipos de agentes que conformaban el batallón 601, destacamento 142,como partícipes civiles pero con remuneración militar, que intervinieron con un compromiso e incluso un pago por cada uno de los nombres, datos o reuniones informadas. Sucio dinero que significaba la persecución, el secuestro, la tortura para los conocidos, vecinos, compañeros de trabajo o amigos, de esos "agentes de reunión" que contribuyeron a la primera línea del sistema de delación que, a la larga, generara una profunda grieta en el sistema relacional de todo nuestro pueblo, con el establecimiento de un profundo individualismo parcelado basado en el sufrimiento ajeno de cientos y cientos de tucumanos, porque estos "agentes" del Terrorismo de Estado conocían sobradamente el destino que esperaba a sus delatados.
Esta perversión resultante de la delación, del cinismo, la hipocresía, procuró mellar todo tipo de organización social y en muchos casos su putrefacción nos llega aun hoy. En este sentido los dos juicios contra los genocidas nos acercan una vez más a revivir esa victimización social soportada por nuestro pueblo.Victimización que estuvo enmarcada en el silencio establecido desde el poder de la dictadura como mecanismo "saludable" para esconder, tapar, ocultar la realidad y la verdad de la represión: imaginemos una hoja cuadriculada en la que cada cuadrito represente una familia, absolutamente aislada por esa grieta de la delación que dividió y en la que cayeron los que se atrevieron a desafiar ese sistema represivo, y terminaron arrojados en los centros de detención clandestina, que como incluso lo reconociera Bussi eran cientos.
Ese es el Terrorismo de Estado, ese que tenía que "machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerla perder la dignidad" y que se hace brutalmente palpable a través de relatos en los últimos juicios , exponiendo en los estrados judiciales que efectivamente uno de los objetivos de esa dictadura fue producir ciudadanos obedientes al mandato oligárquico militar represivo, que no casualmente usaron como campo de prisioneros, escuelas, como es el caso de la Escuelita de Famaillá, o como la Escuela de Educación Física de la U.N.T. como forma de expandir desde esas aulas a través de los gritos de los secuestrados, el mas negro aprendizaje del terror. es decir si fueron capaces de utilizar aulas con fines pedagógicos para destinarlas a campos de prisioneros, es porque respondían a un sistema político represivo que tenía como objetivo el disciplinamiento social por la instauración del terror. Y producir a través de ese terror generalizado, las expresiones mas bajas de la condición humana, es por eso que estos relatos hoy revividos en las declaraciones de testigos nos descienden a los oscuridades de la planificación y ejecución de toda una doctrina al servicio de la destrucción, económica, política, social, de nuestra Argentina, traducidos en torturas, chantajes, muerte, e incluso canje de vidas, para garantizar el saqueo que ejecutaron.

Es preciso por lo tanto tener en cuenta los conceptos expresados por Rodolfo Walsh cuando nos acercamos a las situaciones de deshumanización provocadas sistematicamente con un objetivo de destrucción, de la que fue responsable esa dictadura genocida.

Este terrorismo de Estado solo pudo revertirse por la valentía organizada, de Madres, Familiares, organizaciones políticas que resistieron y dieron ejemplo de lucha con pancartas con fotos de sus desaparecidos, con rondas insistentes, con repudios en cualquier foro internacional, con emisiones radiales quebrando ese cerco de silencio informativo mediático, y en ese sentido son ejemplares las luchas de tantos trabajadores que desde la Central del Trabajo se conglomeraron para pedir por pan y trabajo desnudando por vez primera la situación de despojo del sector productivo del país. En nuestra provincia, fueron ejemplares esas primeras madres como: Nena de Ponce, Irma Holmquist, Pirucha Campopiano, Blanca de Paz,Graciela González, Nieves Ariño , Berta Soldatti y tantas otras que venciendo el miedo instituído por ese terrorismo de Estado supieron dar ejemplo de tenacidad, organización y solidaridad, por tanto este nuevo paso en el esclarecimiento de tantos crímenes cometidos por esa dictadura, nos siguen uniendo las banderas que ellas supieron levantar:

MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA!!!!!!!

30.000 compañeros desaparecidos Presentes!!!!!!!!!!

PERONISMO AUTENTICO TUCUMAN junio 2010

Presentación del Libro “La Noble Ernestina”

Invitamos a participar de la presentación y posterior disertación del libro “La Noble Ernestina” de Pablo Llonto, quien visitara nuestra provincia a tal fin. La actividad se llevara a cabo el día 25 de Junio en las instalaciones de la Librería EL GRIEGO sito en peatonal muñecas 287 a horas 19. La Noble Ernestina es una investigación sobre la dueña del Grupo Clarín. La identidad de sus dos hijos adoptivos y la batalla por su herencia que oscila entre los 1300 millones de dólares, son estos, solo dos costados escandalosos que examina Pablo Llonto en su investigación periodística. El autor del libro, escritor, abogado y periodista, plasma en su obra el poder que el Grupo Clarín maneja postulándolo hasta como “primer poder”; la apropiación de dos menores por la viuda de Noble durante la última dictadura y que según ella misma declara podrían ser hijos de “víctimas de la represión”.

jueves, 10 de junio de 2010

Margarita Belén - 12/12/76 - 4/06/2010 : 34 años sin ellos, 34 años sin justicia

jueves 3 de junio de 2010

http://labusquedayl avida.blogspot. com/

Escribí esto hace 6 años. Hoy comienza el juicio y renuevo mi esperanza de justicia.

El domingo 12 de diciembre, en la U 7, Cárcel de Villa Libertad, Resistencia, Chaco llaman para traslado a 7 militantes detenidos: Sala, Parodi Ocampo, Fransen, Duarte, Cuevas, Tierno y Barco.
En todos los pabellones comienza la discusión acerca de qué hacer.

Es domingo, llevamos varios meses de aislamiento, sin visitas ni otro contacto con el exterior, corren rumores sobre asesinatos contra otros compañeros detenidos. Todo confluye a pensar que la vida de los compañeros llamados a traslado está en peligro. También su identidad: algunos tienen la máxima responsabilidad en la conducción de Montoneros en la cárcel, varios están acusados del intento de copamiento del Regimiento 29 de Formosa, producido más de un año antes.
En nuestro pabellón convivíamos con Duarte y Fransen. Nos reunimos con Kunkel y un compañero del PRT para hablar sobre las alternativas que teníamos. Nadie quería que los compañeros salgan y la mayoría estaba dispuesta a resistir, al menos hasta el lunes, de modo de obtener alguna repercusión en Resistencia y -con la afluencia de familiares- lograr alguna cobertura para los compañeros. La idea era evitar que fueran trasladados en el mayor de los secretos y los milicos tuvieran todas las facilidades para torturarlos o asesinarlos.

Mientras, del otro lado de la reja, la presión aumentaba.
Algún oficial se acercó a avisar que si "el movimiento" no lo hacían ellos entraba la gendarmería a sangre y fuego. Un yuga pasa y comenta que "hay ejército en los patios de afuera" y que se ve a los milicos hostiles hasta contra ellos.
Nunca pude saber el tiempo que nos llevaron estas deliberaciones y cada vez que se menciona a Margarita Belén vuelvo a vivir esa desazón insoportable de tener la vida de varios compañeros en nuestras manos. Cualquiera que se hubiera cortado por la libre podía desatar una situación sin retorno. Pero todos aguantamos en la espera.

Estábamos convencidos que iban a asesinarlos. Militantes con los que nada quedó sin compartir, hasta su suerte, a pesar de estar en organizaciones diferentes. También estábamos convencidos que si decidíamos resistir, poníamos en juego la vida de los cientos de compañeros más que había en la cárcel. Sin embargo, todo nos empujaba a decidir que Fransen y el "Carao" Duarte no salieran.
Al fin, comunicada nuestra indefinición a los delegados de otros pabellones, llegó un mensaje del pabellón en que Montoneros decidía (el "2", donde estaban Salas y Tierno, entre otros): "los compañeros salen". Y el Carao y Fransen comenzaron a abrazarnos a uno por uno sin vacilaciones, sin darnos tiempo casi a volver a discutir nada.
Lo demás, igual que siempre: la reja que se abre, dos compañeros que salen con sus pequeños bultos y los rumores de otras rejas y otros saludos que se cuelan por el pasillo. Y una vigilia que durará no más de un día. Ya el martes a la mañana, los mismos yugas nos van tirando trozos de lo sucedido según su versión: "dicen que se quisieron escapar, pero están todos con tiros en la nuca", "también había gente de Uds., de la alcaidía", "dicen que había mujeres". "nosotros con todo eso, nada que ver: los trasladaba el ejército".
Con el paso de los días íbamos a saber que los llevaron a la alcaidía y los torturó el ejército. Que de allí los sacaron y al llegar al paraje de Margarita Belén los bajaron de los camiones y los asesinaron. Que los 7 se habían convertido en 22 o más. Durante mucho tiempo convivimos con estos datos, que alimentaron por años la duda sobre lo que pudo pasar si no hubieran salido de nuestros pabellones.
Después, porque nuestro pueblo siempre construye un después, aunque se tarde, familiares, amigos, compañeros, HIJOS, el Equipo de Antropología Forense, ayudaron a que sepamos los nombres de 17, pero hay 5 compañeros de los que aún no conocemos su identidad.
Transcribo sus nombres, sus edades y me abruma comprobar su juventud y la mía. Yo, con 26 años, me sentía joven en aquel tiempo y era más viejo que la mayoría de estos compañeros, llenos de vida, capaces de cualquier logro con sólo proponérselo. Me alcanza con recordar el asombro de los yugas al vernos, antes del aislamiento, jugar al fútbol al rayo del sol en la insoportable siesta de una Resistencia con viento norte y más de cuarenta grados.

Pero su alegría, su inteligencia y la vida en sus cuerpos fueron alcanzados por un genocidio racional y determinado a eliminar todo vestigio de memoria y dirigencia, para que todo nos cueste más a los que nos queda el privilegio y la responsabilidad de estar vivos.

BARCO, Luis Angel

26 años

JUP

Saenz Peña, Chaco

CABRAL, Ema Beatriz

28años

JP

Santa Fé

CAIRE, Carlos Maria d

24 años

JP

Concordia- ER

CUEVAS, Mario

25 años

JP

Reconquista- Santa Fé

DIAZ, Luis Alberto

25 años

JTP

Mercedes- Corrientes

DUARTE, Carlos Alberto

24 años

JUP

Pto. Esperanza- Misiones

FRANSEN, Luis Arturo

22 años

JP

Posadas - Misiones

GONZALEZ, Delicia

23 años

Ligas Agr.

Goya - Corrientes

PARODI OCAMPO, Manuel

26 años

JP

Posadas - Misiones

PEREYRA, Julio Andrés

24 años

JP

Formosa

PIEROLA, Fernando Gabriel

25 años

JP

Parana - Entre Ríos

SALAS, Nestor Carlos

32 años

P. Auténtico

Quilmes,

TEREZECUK,Carlos

23 años

JUP

Posadas - Misiones

TIERNO, Patricio Blas

24 años

JUP

La Plata,

YEDRO, Roberto Horacio

28 años

JP

Corrientes

ZAMUDIO, Carlos Alberto

28 años

JP

Resistencia

ZAPATA SONEZ, Reynaldo

36 años

JP

Santa Fe

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Con el paso de los años y el devenir de los reclamos, pudimos compartir la bronca contra la justicia sumisa de la postdictadura, que dejó libres a varios responsables comprobados: los oficiales Athos Renes, Rafael Sabol, Norberto Tozzo, Luis Alberto Pateta, Ernesto Simoni, Aldo Martínez Segón, Horacio Losito, Guillermo Reyes y Germán Riquelme .y Jorge Alcides Larrategui. Dos ex miembros de la patota de la Brigada de Investigaciones, Carlos Thomas y Wenceslao Ceniquel, quienes fueron vistos en el lugar del asesinato junto a los cuerpos apilados de los compañeros, recién asesinados. Y Brinzoni, Nicolaides, Serrano, Zucconi y otros jefes y ejecutores que se siguen escudando en las leyes de Alfonsín y el innombrable. Me asquea un poco incluir estos nombres junto al recuerdo de los compañeros. Pero habrá algo de esta mezcla obscena mientras que la memoria y la justicia no se impongan.
Lo demás es seguir militando, cada día, como ellos supieron hacerlo.

Mario Burgos