
Los países que no regulan sus relaciones interiores no son creíbles y sus pueblos son sometidos por el arbitrio de los poderosos que imperan en esas sociedades. Tener una nueva Ley de Medios en nuestro país se ha convertido en una deuda histórica de la democracia.
Está en discusión como se va a distribuir el espacio comunicacional, todo esto en medio de un gran avance tecnológico que revolucionó la comunicación y la información audiovisual, y también sobre como se a constituir la nueva ley antimonopólica.
Recientemente en nuestra Patria y con la participación de miles de sectores de la sociedad civil, de las organizaciones populares y comunicadores sociales, que a lo largo de cinco años, en numerosas y diversas circunstancias, se ha desarrollado un debate profundo para tener una nueva Ley de radiodifusión: Se han realizado foros, cabildos abiertos, charlas, radios abiertas, asambleas; que fueron sistemáticamente ocultadas por los grandes medios de información, tratando de desdibujar y silenciar numerosas expresiones populares a lo largo y ancho del país.
Luego de que se presento el proyecto, los Grupos Mediáticos (herederos de un poder generado por la dictadura de 1976 que les legó la infame ley 22.285) reprodujeron mayoritariamente la opinión de los que estaban en contra del mismo buscando reducir la cuestión a un enfrentamiento de los Kirchner con los grupos económicos de información (entre ellos Clarín, como el más visible), o a un mero intento autoritario del Gobierno Nacional. Estos grupos, con un poder mediático enorme, sin parangón en la historia de las comunicaciones en nuestro país, han desatado una campaña antigubernamental con datos falseados, críticas desmedidas, etc.
"..el proyecto de ley toca los intereses de grupos concentrados de la comunicación que quieren mantener su posición dominante”.
Está en discusión como se va a distribuir el espacio comunicacional, todo esto en medio de un gran avance tecnológico que revolucionó la comunicación y la información audiovisual, y también sobre como se a constituir la nueva ley antimonopólica.
Recientemente en nuestra Patria y con la participación de miles de sectores de la sociedad civil, de las organizaciones populares y comunicadores sociales, que a lo largo de cinco años, en numerosas y diversas circunstancias, se ha desarrollado un debate profundo para tener una nueva Ley de radiodifusión: Se han realizado foros, cabildos abiertos, charlas, radios abiertas, asambleas; que fueron sistemáticamente ocultadas por los grandes medios de información, tratando de desdibujar y silenciar numerosas expresiones populares a lo largo y ancho del país.
Luego de que se presento el proyecto, los Grupos Mediáticos (herederos de un poder generado por la dictadura de 1976 que les legó la infame ley 22.285) reprodujeron mayoritariamente la opinión de los que estaban en contra del mismo buscando reducir la cuestión a un enfrentamiento de los Kirchner con los grupos económicos de información (entre ellos Clarín, como el más visible), o a un mero intento autoritario del Gobierno Nacional. Estos grupos, con un poder mediático enorme, sin parangón en la historia de las comunicaciones en nuestro país, han desatado una campaña antigubernamental con datos falseados, críticas desmedidas, etc.
"..el proyecto de ley toca los intereses de grupos concentrados de la comunicación que quieren mantener su posición dominante”.
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